05 enero 2006

e l l a

Tan distante y silenciosa, como si tuvieras la desdicha de ver pasar los años arrastrando tu vida y haciendo de ella lo más insignificante que jamás hayas sentido. La melancólica nostalgia vuelve, luego de recordar que soñaste con vivir en él, que diste lo mejor de vos por él, y que hiciste tuyos sentimientos que hasta ese momento eran desconocidos. 
Desde que se fue te hiciste más frágil, aunque debajo de esa coraza de fuerza y voluntad que demostrás, tu voz siempre se quebró… no querías sufrir, y a la fría sensación de soledad te acostumbraste, porque no te quedaron fuerzas para levantarte y erguirte frente al resto con aire de resurrección. 
Decidiste por él, y te adueñaste de una inseguridad enorme que no valía la pena, todo, todo por olvidar, por querer ignorar que la gente sufre, y que no todos están destinados a ser felices. Sentiste pánico de vos misma, y de demostrarle cuanto lo querías, tuviste miedo de entregarle lo mejor de vos pero, aunque nadie te lo haya dicho: todo en vos es hermoso, todo en vos tiene gracia y despierta grandes inquietudes. Todo en vos es tan llamativo, tan maravilloso que hasta la tristeza es hermosa; las lágrimas complementan tu mirada y el mar de tus ojos se disuelve en ellas… 
 Tu sonrisa ya no tiene el brillo que solía tener, y todo lo que pensabas que te hacía bien lo hiciste a un lado; te hiciste a un lado, porque simplemente el ya no respondía, ya no respiraba el mismo aire que vos y lo sentías tan lejano que por más cerca que estuviera, era incomodo compartir las mismas ganas de progresar, de ser amado y hasta de seguir las mismas pasiones.  Sentiste tanta tristeza por él, y por los dos, por los momentos bellos que habías imaginado…todos con el como protagonista; todo lo que hacías estaba dedicado a él… 
Estás tan sola como el alma que habla consigo misma, como vos y como yo. Amaste demasiado: amaste los días que pasabas junto a él, y ansiosa cada mañana soñabas con despertar para volver a sentir que al fin no estabas sola, y que por primera vez todo resultaba diferente. Y aún así ¿Crees haber olvidado? Y… al verlo pasar de la mano con alguien que debería ser vos, tratas de pensar que pudo haber sido peor…sólo para convencerte… y cuando preguntas que pasa, yo sólo puedo responder que no siento a mi corazón latir como antes, que no vale la pena que sigamos buscando y extrañando esos momentos juntos, porque después de todo, después de todas las vidas que pudiste haber dado por él, sabes que esta bien y que es feliz.

No hay comentarios.: