18 agosto 2019

Acá estoy, con 3/4 de vino añejo a mi izquierda, el domingo suele ser el día más largo.
Te pienso, te recuerdo, te extraño.
La vida tiene muchas vueltas, lo que me lastimó al principio ya no duele, ya no siento, me levante de nuevo, no estoy segura.
No dejo de pensarte, tengo el orgullo en el piso.
Esbozo una sonrisa al inmortalizarte, el Malbec es la causa.
Estoy a punto de escribirte.
Mejo ir a dormir temprano.

11 septiembre 2017

¿Alguna vez pensaste en mi, en nosotros, como lo que fuimos?
Disculpame si te incomoda esta pregunta, no es necesaria una respuesta, pero aun después de tantos años, sigo haciéndome la misma pregunta. 
-¿Por que ahora? Bueno, quizás sea el momento perfecto porque no estamos frente a frente, porque paso tanto tiempo que siento que ya no importa la respuesta.
Lo cierto es que yo te pienso todos y cada uno de los días que pasan, te recuerdo, sonrío y te mando amor donde sea que estés.
No voy a mentirte, alguna que otra noche te extrañe y te llore. Llore de bronca porque me hubiese gustado disfrutarnos más, animarnos a más, o mejor dicho, animarnos.
Para mi fuimos eternos, teníamos una conexión única, lo sentía y creo que vos también lo llegaste a sentir. Desde la primera noche a la última, nos costaba despedirnos al día siguiente y mientras tanto en esa habitación eramos los únicos habitantes del planeta. Nos pertenecíamos.
Te pido perdón, yo se que después del amor a veces me volvía hacia mí y éramos dos desconocidos, es que cada vez que tocaba volver a la realidad me enojaba, no con vos. Entendí con el tiempo y con mucho trabajo de reflexión que mi enojo se debía a que no podía hacer que ese amor dure más que unas horas. Me dolía el corazón de pensar que al final del día  tu felicidad estaba tan lejos de la mía. 
Tuvimos un final -el cual era inminente- después de ese amor, no tomamos las mejores decisiones, éramos más jóvenes e impulsivos. 
Por supuesto hubiese querido que las cosas resultaran de otra manera, siempre me pregunto que hubiese sido de nosotros, quizás no era tan especial como creo que lo fue. 

28 enero 2016



Siempre tuve la sensación de que sin importar los días, semanas, meses que pasen, el papel y la birome iban a estar ahí para guiarme y sacarme de esa burbuja enorme de sentimientos que me sofoca.

Esta vez es diferente, siempre escribí en momentos de angustia, de bronca absoluta y este era mi deporte. Hoy no tengo nada de que quejarme y a lo mejor por eso me cuesta más escribir, será que después de todo la felicidad me incomoda un poco.

Lo cierto es que después de tanto tiempo aún sigo indagando la forma de hacerte saber que de vez en cuando te cruzas por mis pensamientos, aunque te importe un pito.

04 marzo 2014

Conversación.

Soñé muchas veces con este momento. Hilvane en mi mente cientos de frases que sonaban bonitas, resultaban atrapantes e inquietantes, con las cuales podría fácilmente captar tu atención, y una vez te tuviera justo donde quería,  decirte todo lo que sentí durante este tiempo.
-¿Me preguntas que sentí? la verdad, no sabría por dónde empezar… nunca supe bien que sentir, que debía sentir; nunca supe qué hacer y cómo enfrentar la situación, qué era lo apropiado según los usos y costumbres. Me sentía ridícula a donde sea que iba porque en realidad, lo más correcto para mí era llorar.
Pude apreciar una paleta de sentimientos amplísima, desde los más oscuros a los más nobles: te odie, sentí bronca, impotencia, me odie, sentí lastima de mi misma. Y al final de los días, lo único que podía hacer era llorar, me acostaba en lágrimas hasta dormirme y despertaba con angustia al darme cuenta que no podía cambiar la situación.
Me secaste el alma. Me partiste el corazón y pude sentirlo casi en sentido literal.
Desde que nos separamos- como te decía- pase por todos los estados emocionales, desde la bronca y el instinto asesino, al caótico inconstante y novelero suicida. El primero en mi lista fue sin duda el plan perfectamente diseñado para devastar el universo, ir contra  todo lo que me transmitiera vida, felicidad. Quise explotar y tirar mierda para todos sin medir las consecuencias; estaba segura que no importaba nada más que obligar a todos a mi soledad. Que se jodan! Total, yo ya estaba bastante jodida.
Luego, la idea de llorar hasta evaporarme y morir de amor fue una idea bastante deliciosa pero entendí que por más que reventara contra todos y todo, nada te iba a traer de regreso a mí, no te ibas a enamorar de nuevo, o enamorarte finalmente, ni ibas a venir a buscarme y recoger mis miguitas. Ni mucho menos, que va! me iba a quedar más sola de lo que estaba.
Pero bueno, como te comenté, después de mis estados bipolares, de rebotar entre la falta de amor propio y el instinto criminal, empecé a ver a una psicóloga. En todas las sesiones lloré y hablé de vos, básicamente, de vos y de lo que sentía. Lloré y hablé de la cuestión hasta aburrirme. Analicé cada segundo de nuestra última conversación, si,  de aquella vez, ¿te acordás? Yo no pude decir nada más después de decirte que me hacías mierda, porque ciertamente pude sentir como me arrancabas el corazón.
Y entonces, cuando vos perdiste sentido en esos cuarenta minutos de sesión diaria, y me canse de prolongar la angustia, decidí hacer cosas por mí, quererme por sobre todas las cosas, empezar una práctica, un reencuentro conmigo para enfrentar mi presente y aceptar el pasado, que es sólo eso, pasado- aunque suene trillado-.
 Y los días pasaron más rápidos, y las sonrisas volvieron a mí.
Y si, te amé, mucho, y te amé bien, por eso te protegí y te voy a proteger aún cuando ya seamos sólo un recuerdo porque yo creo que el amor es eso, cuidarse y desear felicidad aunque yo no sea la razón de tus sonrisas.

Lo cierto es que hoy estamos otra vez cara a cara y no puedo pensar en nada más que en disfrutar del presente, abrazarte y dejar que el tiempo hable por nosotros.
Nuestra historia termino, vos lamentaste no haber tenido más tiempo para hablar.  A mí solo me salió decir: “yo creo que fue suficiente.”.

14 junio 2013

Quiero un amor jugado.
Estoy harta de los cobardes.
El que no rompe los esquemas, el que no propone, eso mi amor, no es amor.

02 abril 2013


Conservar algo que ya no existe,
aferrarse a algo que no tiene futuro.

22 febrero 2013

A mi definitivamente me falta voluntad de olvido.
Me niego a sacarte de mi cabeza y que mas da...
brindo por los buenos recuerdos.
Propongo mantener la certeza que mientras duro fue bello.
No cabe mas nada, no hay palabra mas perfecta para describirlo.
Por que seguir repensando las cosas? hace mal.
Yo me quedo con esa imagen, con vos a mi lado.