Disimulando que tu ausencia no provoca huracanes de cobardía; que no hago más que escribir y pretender que me llames sin que te lo pida, fingiendo que aun esperas en la puerta, que cada verso no guarda relación a vos, que las cartas son solo tuyas; que no existe la mediocridad en todo eso que te dije; que mi vida no esta en descenso.

Porque solo yo puedo salir de esto sin rasguñar mi orgullo. Creyéndome que todo lo que haces es para mi, que no puedes estar sin compartirlo todo conmigo, aunque sea con ella, creyéndola tuya. Soy yo cayendo en una soledad inmensa, sumergiendo mis ideas en licores y arrollando mi soberbia con los minutos.

Soy yo entendiendo que ya me olvidaste, aferrándome a la simple idea de un recuerdo por conveniencia. Creyendo que me extrañas, que esto no se termino.

Haciendo pasos en falsos, que esto es implacable.

* (...) que no hay peor agonía que la que es de paso en paso.