Últimamente pienso en miles de frases para decirte, me invento diálogos perfectos y me enredo en escenas en las que a veces la mejor parte no es tu final feliz.
Irónicamente construí técnicas de seducción que consisten alejarte lo más posible por el bien de los dos.
Esta vez, no voy a festejar cada mirada, si voy a dejar que me veas feliz y te preguntes por dentro de que va esto; mi estrategia, es entorpecer tus pensamientos constantemente con una dosis de ignorancia e incitar tu curiosidad cada vez que sonrío.
Entre miradas cómplices voy a demostrarte que no soy de tu repertorio, que perdono pero no olvido, y que si te quiero no se note. Quiero que sospeches que perdí el interés y te sientas desierto.
Mi estrategia es hacerte a un lado, dejarte pasar, hacerte dudar. Mi táctica no es exacta, y no me resulta lo mejor, pero es un ultimátum para vos y para mí.
Esta vez, no te voy a hacer las cosas fáciles. Porque es usual que de repente tengo todo listo para regalarte las más duras palabras y cuando te veo me gana el silencio.
Pero, resulta que es lo mismo mentirme y esconderme la verdad y no se que hago sintiéndome así cuando ninguno de los dos tuvo la culpa.
Y tal vez lo que más me molesta de esto es que tampoco es fácil para mí..
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