26 agosto 2010

Últimamente pienso en miles de frases para decirte, me invento diálogos perfectos y me enredo en escenas en las que a veces la mejor parte no es tu final feliz. Irónicamente construí técnicas de seducción que consisten alejarte lo más posible por el bien de los dos. Esta vez, no voy a festejar cada mirada, si voy a dejar que me veas feliz y te preguntes por dentro de que va esto; mi estrategia, es entorpecer tus pensamientos constantemente con una dosis de ignorancia e incitar tu curiosidad cada vez que sonrío. Entre miradas cómplices voy a demostrarte que no soy de tu repertorio, que perdono pero no olvido, y que si te quiero no se note. Quiero que sospeches que perdí el interés y te sientas desierto. Mi estrategia es hacerte a un lado, dejarte pasar, hacerte dudar. Mi táctica no es exacta, y no me resulta lo mejor, pero es un ultimátum para vos y para mí. Esta vez, no te voy a hacer las cosas fáciles. Porque es usual que de repente tengo todo listo para regalarte las más duras palabras y cuando te veo me gana el silencio. Pero, resulta que es lo mismo mentirme y esconderme la verdad y no se que hago sintiéndome así cuando ninguno de los dos tuvo la culpa. Y tal vez lo que más me molesta de esto es que tampoco es fácil para mí..

No hay comentarios.: